Queridos lulilectores...
¿Cómo estáis? Hace tiempo ya que no vengo a hablaros. Bien, esta entrada es, sin duda, diferente, porque es la primera vez que posteo en mitad de una clase, como es el caso. Aquí me veo, en las filas superiores del Aula 202 de la Facultad de Filología de Valencia, haciendo como que tomo apuntes y caso omiso a las caras raras que me ponen los compañeros de detrás. Justo ahora la profesora anuncia el descanso; no importa, no me extenderé demasiado.
Hoy os voy a hablar de esos momentos de nuestras vidas (por lo menos, de la mía) en los que tenemos el feo subido, que parece que nos persiga día y noche y no nos quiera dejar en paz. Maldito feo. Últimamente, cuando me miraba en el espejo, éste me devolvía una vacía mirada, cargada de feo.
-Hija, qué mala cara traes esta mañana -me suelto a mí misma después de lavarme los dientes y asearme.
Luego intento darme un poco de alegría al rostro, con algo de colorete y raya de ojos; pues ni aun así. Imposiblemente posible. Nanai. Rien de rien.
Y es que hay días en que una tiene el feo subido, la cara larga o pocos ánimos, así estoy yo ahora. Bueno, no tiene que ver estrictamente con el ánimo, porque igual te encuentras bien pero sigues teniendo el feo subido, aunque, a la larga, el hecho de tener el feo subido durante bastante tiempo puede provocar que, después de todo, los ánimos decaigan. Así que la frase estaba bien formulada.
Cuando tienes el feo subido, te da la sensación de que todo el mundo lo sabe. En esos momentos, siento como que cualquier persona conoce mi secreto. Me subo al metro y me da la impresión de que toda la gente que viaja conmigo en el vagón me mira y piensa: "pero qué chica tan fea". Y me comparo con otras chicas. Intento ser justa, las miro y pienso: mira, esta no es una modelo de pasarela pero, aun así, es mona a su manera. Yo no (recordad, esos pensamientos solo se dan cuando tienes el feo subido; si no, se llama depresión).
Ahora, que de vez en cuando sí que se sube al tren la típica chica escultural, que acaba de tirarme la autoestima por los suelos. La ves entrar al vagón toda esbelta, con sus tacones, sus piernas de infarto, su perfume, su cabello ligeramente despeinado pero, aun así, perfecto... y se pone a mi lado. TOMA YA. El patito feo al lado del cisne.
Pero bueno, por suerte para mí eso no ocurre todos los días, solo ocasionalmente (cuando tengo el feo subido); menos mal que esos momentos se compensan con otros en los que me veo bien e, incluso, aceptable. Paradigmas humanos faltos de estudio y, por ende, de resolución.
Por cierto, este jueves viajo a Alemania para pasar allí la semana; ya os contaré.
Besazzos,
*Luli*
Pues para mí también es un día de esos en que mi feo está subido a tope xD
ResponderEliminarMmm. Alemania.. que bonita, yo fui el año pasado.. abrigate mucho!! ¿Que parte vas a visitar?
Pasalo genial! ^^
¡Hola, Ilusia!
ResponderEliminarPues me voy a Hamburgo, y mañana mismo ya, porque es el 80 cumpleaños de mi abuela y vamos a celebrarlo por todo lo alto. Voy con mi prima La Espléndida (quizá algún día os hable de ella), que es una rebelde; si nos pasa algo emocionante no dudéis en que os informaré.
¡Besazzos guapísima!