Queridos lulilectores...
O, mejor dicho, querido lulimundo.
Hace mucho tiempo que no paso por aquí a oxigenar mi Escorzzo. En realidad, hace unos meses se me ocurrió la idea de que mi etapa bloguera había llegado a su fin; un fin que, quizá, no quise aceptar con antelación. Pensé en abrir otro blog distinto, con otro nombre y con otra cuenta, para escribir cosas diferentes, pero después me dije: para qué.
No lo haré, al menos de momento. No, porque las cosas que ahora ocupan mis quehaceres son de duración limitada, y no tiene sentido abrir un blog solo por cuestión de unos meses, para después dejarlo pululando en el ciberespacio por el resto de la eternidad. Así que me dispongo a escribir aquí lo que me pase -más o menos como he hecho siempre-, para finalizar mi etapa de Luli Manuli de una manera definitiva.
Creo que Luli ha muerto en mí. Luli nació con 17 años, y ha pasado bastante tiempo desde entonces. Ha sido un ciclo, un ciclo bonito en el que he aprendido muchas cosas, pero un ciclo que cerraré en breve. Me despediré de Luli para siempre. Empecé con esto cuando estaba en el instituto; ahora estoy a punto de terminar la universidad. Aquí contaré mis últimas andanzas de la uni y mis primeros coqueteos con el mundo laboral (que empiezo el mes próximo), pero después daré por cerrado este blog, como todos los de Luli, y dejaré de haceros partícipes de mis hazañas y peripecias de adolescente. Ya no soy una adolescente.
Y me sabe mal. Me duele, pero creo es mejor eso que no ir escribiendo de uvas a peras (como últimamente), para contar cuatro chorradas y decir que no tengo tiempo, que ando muy liada y que algún día continuaré.
Creo que sí que continuaré, pero cuando lo haga ya no será como Luli, sino con otro nickname y en otro lugar. Y por otras razones. Tampoco afirmo que no vuelva a beber de este agua (siguiendo el célebre refrán), porque, quién sabe, igual dentro de unos años, meses o incluso semanas me entre la añoranza y reaparezca yo por aquí a decir hola qué tal, pero vamos, no es mi intención a corto plazo.
Dicho esto, y como presagio de lo que vendrá, despido esta entrada de reflexión para escribir otra, que es la que verdaderamente me interesa. Trataré de hacer mis últimos momentos lo más agradables posibles. Al fin y al cabo, me debo a Luli Manuli, a sus lulilectores y a su lulimundo.
Y antes de irme aún me quedan algunas cosas que decir.
Besazzos,
*Luli*
=)
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